Si te han dicho que tu bebé presenta hipotonía, sabrás que lo que se esconde detrás de este palabra no es ni más ni menos que una falta de tono muscular. Exactamente es el extremo opuesto a la hipertonía de la que ya hemos hablado en otra ocasión.
Ambas circunstancias pueden darse en los bebés prematuros y para los dos casos la solución pasa, en gran medida, por la atención temprana.
Según explica Ana Gómez, fisioterapeuta del centro Aprona de Estepona, los bebés hipotónicos. “presentan un tono muscular disminuido. Son como muñecos de trapo, por lo que un diagnóstico precoz es indispensable a la hora de conseguir una mejoría”.
La hipotononía puede estar causada por una lista interminable de circunstancias. Según explica Gómez, “en la mantención del tono muscular participan prácticamente todas las estructuras del sistema nervioso: corteza cerebral motora, cerebelo, núcleos basales y del tronco cerebral, neuronas motoras del tronco cerebral y médula espinal y nervios periféricos entre otros. Cualquier fallo en algún nivel del sistema nervioso central y periférico altera el tono.
Una vez detectada la hipotonía, ¿Cómo se debe actuar? Según explica Gómez el trabajo pasa por estabilizar el tono muscular, mejorar la movilidad, corregir las malas posturas, realizar una permanente estimulación sensorial y prevenir la posible atrofia de los músculos mediante diversas técnicas terapéuticas, como vibración, movilizaciones, facilitaciones en el balón de terapia y mucha motivación.