Esperabas a tu niño para el 16 de julio pero ha nacido el 26 de abril. Hoy es 26 de septiembre y te pregunta una vecina ¿Qué tiempo tiene tu niño?
No se trata de un problema a resolver de un libro de texto si no de una situación con la que lidian día a día los padres de prematuros que se encuentran con que sus hijos tienen dos edades: la cronológica y la corregida o postmenstrual.
La cronológica, para entendernos, sería la que tiene desde que nació, desde el día en el que se celebrará su cumpleaños. Es decir, en el ejemplo con el que empezábamos el post el niño tendría el 26 de septiembre 5 meses.
La edad corregida es la que tendría de haber nacido más o menos para la fecha en la que se le esperaba. Es decir, la que le correspondería si hubiera sido un bebé a término. En el ejemplo anterior el 26 de septiembre tendría 2 meses.
¿Por qué se manejan ambos términos? Según explica la neonatóloga del hospital Gregorio Marañón, Silvia Caballero, “la edad postmenstrual me permite hacerme una idea de lo que puedo esperar para evaluar el desarrollo neurológico y diferentes hitos como la alimentación. Así vamos calculando las revisiones que le tocan a los prematuros”.
Tu hijo tendrá dos edades a todos los efectos hasta que alcance los 2 años, momento en el que se entiende que el bebé “ha hecho un catch up que le permite alcanzar los hitos del desarrollo correspondientes”, explica Caballero.
Pero en esto, como en todo cuando se habla de bebés nacidos antes de tiempo, también hay matices. “No es lo mismo un niño nacido a las 25 semanas que uno de 35. En el caso del segundo no habrá que esperar tanto porque habrá hecho el catch up mucho antes”.
Entonces, ¿Qué edad debo tener en cuenta a la hora de empezar a introducir alimentos o de iniciar el calendario vacunal? Según Caballero, siempre se hablará en base a la edad postmenstrual salvo en el caso de la vacunación que se realizará en función de la cronológica independientemente del peso que tuviera el bebé al nacer.
Así que ya sabes, vete preparando para calcular cada vez que te pregunten aquello de ¿qué tiempo tiene tu niño? Y sobre todo no compares. Los dos meses de tu hijo no son los dos meses del niño de tu vecina. Dale tiempo. El que le faltó al nacer, y simplemente acompáñale a su ritmo. En nada, sin darte cuenta, dejarás de hacer cábalas para contestar.